te veo andar la casa
me hablás, te sigo
atravesamos otra vez el laberinto monocro
siempre ese mismo espacio de bordes inciertos
huele a almizcle y a bosque
tengo un pasaje en las manos
no se dónde me lleva
no quiero usarlo
me gritan-me dicen
cambiarlo es imposible
es una tienda
venden perfumes o destinos
cambiarlo es imposible
me hablás, te sigo
me decís muchas veces que no
en el cuarto de helada penumbra
te regalo una rubia con rulos y ojos de vidrio
cada mano es una daga que penetra helada
tengo esa visión
como un recuerdo
que no quiero recordar
me gritás-me decís
cambiarlo es imposible
trepamos una escalera espiralada
huele a humedad sumergida
cambiarlo es imposible
me decís muchas veces que no
dándome la espalda, dándome la mano
se va haciendo claro el hueco al ascender
llegamos a la cima del faro
me hacés mirar el mar que ruge como trueno
no se de quién es tanta furia
me hablás, te sigo
atravesamos otra vez el laberinto monocro
siempre ese mismo espacio de bordes inciertos
huele a almizcle y a bosque
tengo un pasaje en las manos
no se dónde me lleva
no quiero usarlo
me gritan-me dicen
cambiarlo es imposible
es una tienda
venden perfumes o destinos
cambiarlo es imposible
me hablás, te sigo
me decís muchas veces que no
en el cuarto de helada penumbra
te regalo una rubia con rulos y ojos de vidrio
cada mano es una daga que penetra helada
tengo esa visión
como un recuerdo
que no quiero recordar
me gritás-me decís
cambiarlo es imposible
trepamos una escalera espiralada
huele a humedad sumergida
cambiarlo es imposible
me decís muchas veces que no
dándome la espalda, dándome la mano
se va haciendo claro el hueco al ascender
llegamos a la cima del faro
me hacés mirar el mar que ruge como trueno
no se de quién es tanta furia