Follow my blog with bloglovin pequeña llovizna: 29 septiembre 2006

29 sept 2006

guardo secretamente los rostros en los que busco tu mirada
me encontré deseándote, de pronto, más que a mi deseo
navegarte es siempre el viaje ansiado
tus ojos son el mar que eligen los míos
no puedo sino cogerte y querer hacerlo y hacerlo y hacerlo otra vez
desde mi grito original
con este cuerpo que me deja tan al descubierto
(pero yo digo que no puedo amar)
mi fuego se extingue entre las palabras que no entiendo.
no intento sentir tus sentimientos.
¿debería intentar entender tus razones?
¿debería buscar respuestas para vos?
¿debería deber?
a veces te miro y siento que debería guardar mis flores para mí.
cuando alguna palabra nos aleja
tu mirada se ensombrece
se opaca el brillo de tus ojos.
no soy del molde de tus ilusiones.
querés revelar en mí
algo que yo nunca seré:
un dibujito de femineidad en plataformas
con el placer escapándose del escote.
pero no.
soy tu juego difícil
soy tu par.
(quiero que sepas que la noche del sushi especial no me había puesto bombacha)
rincón frondoso de mi alma muerta
alocada oportunidad perdida.
surcando mis brazos navegables
un velero ciego.
cruzaste la línea de mi voz
antes yo era blanca.
envolviste tu palabra en mi aliento
y yo callé.
era verano y tenía miedo.
te di paso a mí
entraste en mi cuerpo.
el mar
un puerto
un ancla.
(las flores nacen abriéndose)
te miraste en mis ojos
antes yo era débil.
pusiste tu nombre en mi boca
y yo callé.
era invierno y tenía miedo.
entraste en mí despacio
tibio, profundamente.
el mar
mi puerto
tu ancla.
(la tierra tiembla abriéndose.
una mujer se abre temblando.)
manos de lija,
tu tacto duele
tu espasmo es veneno.
no voy a darte nada más que un mutis elegante.
te mentí.
solamente te puedo querer si estas ahí del otro lado.
si venís acá ya no te quiero más, desde ahora.
mis ojos brillan mucho
pero calzo varios más que vos.
y además estoy re baqueteada.
no soy cero-ka-eme.
soy “un usado que necesita reparación”.
mi corazón esta “cerrado por reformas”.

si vas a enamorarte por primera vez
yo no soy la mejor candidata.
no quiero quererte.
lejos tu luna plateada.
tu boca de nube lejos.
lejos tus brazos de niño.
lejos tu deseo matinal.
la distancia es el refugio de mi no-amor por vos.
“yo te ex-amo”
llevame en tu vuelo a un lugar que no tenga nombre
haceme risas hasta que termine de llorar.
estoy haciendo mi cuerpo de nuevo:
necesito muchas manos que acaricien mis deformidades.
necesito muchas manos que velen mi amor amorfo muerto.
tus ojos de plata me devuelven una bella imagen de mi.
tu sexo me devuelve.
venime a la boca
que el pecho ya lo tengo ido
no siento la piel
ni la pena.
no quiero sentirla.
venime a los labios
que me corta el suspiro tu aliento.
tengo ciegos los ojos
tengo muda la voz
toda llena de vos
a punto de rendirme
en lentes polarizo la ciudad
transformo en otro el aliento de la sed
mi deseo cubierto de herrumbre queda quieto.
resolvete.
deja de jugar en la cornisa de la locura.
yo voy a dejar de jugar también.
no hay dolor que justifique ninguno de nuestros consuelos.
no hay placer que justifique nuestro cinismo.
(el día que volví al agua volviste vos también y hubo un incendio.
una vez que todo estuvo consumido comprendí que no debía penetrarte nunca más.)
la piel se me deshace.
había olvidado el deshacerse de mi piel en sucesivos estremecimientos.
tenías que ser vos el que esperara en la puerta con el motor encendido (y la pija parada)?!
que giro más sorprendente el de tu perversión y mi tristeza!
que placer más desaliñado e inconveniente!
que satisfacción más impura!
no es necesario hablar
a veces
pero cuando te escucho
tu voz me toca.
cómo una palabra puede abrazarme
o acaso tu sonrisa
que nunca me es suficiente.
(me gustaría no dejar rastro de las palabras que te digo porque ellas podrían condenarme)
soy una mochila de desilusión
un saco de lágrimas sobre tus pedales
gimiendo bronca
pensando mi nombre mil veces porque me olvidé quién soy.
vas adelante porque sabes conducir (me)
el dolor ha dejado surcos profundos en tu cuerpo
te endureció la rabia
pensando tu nombre mil veces para no olvidarte quién eras.
cobijas mi pena rodante
ordenas mis ideas que deambulan
me dibujas infinitas posibilidades
me muestras alas.
corrí a los brazos de mi trampolín-a-la-vida-sola.
prometía placer
letras puras
argumentos concisos.
pero
yo
no quería esgrimir discursos
quería sentir.
y no sentí nada.
sumo, resto y vuelvo a cero.
el cuerpo me pide qué cosa
o nada me pide más qué.
que no bulla en fuego lo que late.
trampa tiembla tiembla
eyacula, explota y se va lejos
fiebre que se supone hasta que desaparece.
espera tardía en el uso seco de una burbuja marina violeta.
mis manos se ahogan
en un mar de recuerdos hermosos
que no encuentro…
Lau hace dibujos entre panes y peces
duerme con la luz encendida y el ronroneo de una radio mal sintonizada
no se acostumbra a tanto espacio vacío en la cama
en sueños hace pequenos ruidos y se queja
sus mañanas huelen a café
se despliega lentamente con los ojos nublados
envuelve su belleza en seda carmín
la esparce por ahí cuando sale a la calle
deja un poquito en cada cosa
ahora también va dejando un poquito de tristeza
como el hilito viscoso del andar de una babosa
en la casa de Lau todo esta en equilibrio o haciendo equilibrio
la casa de Lau dan ganas de jugar y comer chocolates
pacta el dogma
hace la norma
¿cómo quieres vivir?
¿cómo quieres comer?
¿cómo quieres querer?
nada de eso quiero yo.
ni límite
ni mapa.
mordete otra vez la lengua con tu sonrisa cínica.
escondete en la estepa de soledades múltiples.
yo no se muy bien
cómo ni-dónde ni-cuándo
pero voy a encontrar el tesoro escondido.
(en mí)
la calle es igual
y la gente.
pero el invierno no.
no hay abrigo para una soledad helada.
mi memoria grita:
cada paso, un dolor que te aleja.
te exhalo en cada lágrima.
recursos
argumentos.
certezas
fantasías.
placeres
ilusiones.
proyectos
proyecciones.
sueños
sonrisas.
lloros.

todo lo escondí
tan bien que todavía no puedo encontrarlo.
el paisaje monocromo de nuestra monotonía:
tu languidez.
mi ansiedad y mi impaciencia.
tu oscuridad.
mi desesperación.
sollozo que recorro
recuerdo mustio
dolor adolorido
tanta furia sin suerte
tanto fuego sin arder
tanta vida enroscada a tu sombra.
pozo seco para mi sed.
me abrazo a lo desconocido antes de volver a lo acostumbrado.
me abrazo a los árboles y a los palos de la luz.
quiero colores.
quiero cruzar el océano.
quiero sexo anal.
decime que deliro.
cada lágrima es una noche de vigilia en el velatorio de mi amor por vos.
Podría haber elegido cualquier otro día, un jueves, por ejemplo; el jueves es un día simpático. Pero no. Elegí el comienzo de la semana para empezar otra vez, recibir el analgésico para mi ansiedad y engalanar mi narcisismo.
Las aspirinas no curan el dolor de cabeza, sólo lo calman...
Eligiendo lo que se sabe ya perdido, alimentando al que va a partir inevitablemente... una comadreja herida... una mariposa... The lovely monday... The bloody tuesday... ¿quién se salva?
Lunes, día del nacimiento, día de la despedida, día d ..
dejame.
morime.
no quiero más de esta nada de nada al lado tuyo.
nada de placer.
nada de satisfacción.
sólo necesidad y lo necesario
sólo lo justo y lo mínimo.
sólo el deseo.
mi deseo agazapado
agónico.
quería hacer el mundo con vos.
quería HACER EL MUNDO con vos.
no el amor… EL MUNDO!
manifestación de los síntomas
identificación de los procesos de manifestación sintomática de la molestia
identificación de la molestia:
el evento o la posibilidad o lo sorpresivo o lo inevitable
o lo incomprensible o lo cotidiano o lo peligroso o lo desconocido o

soy un continente
tengo bordes
limites precisos
hitos de frontera.
excedes mi excesos.

(me excedes)
desear.
“vivir en la revelación de las cosas con sinceridad salvaje”
buscando.
aprovechar la duda
tanto como la certeza.
el silencio
tanto como la palabra.
vivir sin temor
al vacío
al tiempo
al miedo.
sin dejar de creer
que hay una plenitud posible.
¿por qué?
porque no es posible la transmigración
porque el extravío irracional dura lo que el instante bajo el puente
porque no digo aquello que deseo
porque todavía nos separa la pereza
porque estoy acostumbrada a escaparme
porque estoy en guerra
porque el pesimismo se me hizo órgano
porque sigo muriendo sin covacha
porque espero y no.
estoy mutando.
que el cielo que pintes sea uno en el que puedas volar,
yo puedo regalarte una nube de azúcar.
sentada en el suelo de un balcón frente al mar, una mujer sin piel cierra los ojos deseando respirar un aliento muy dulce que apenas recuerda.
tristeza inconmensurable.
inconmensurable.
si tanto amor fuera posible
ya te habría visto partir
y regresar del sol.
desde mi casa de espuma
te sueño venir a mí
todas las noches.
boca de luna que da al día
día que viene
pero no quiere venir.
“hay tantos despertares que no hubiera despertado”
“hay tantos perfumes que quisiera recordar y no puedo”
mis manos parecen tener memoria propia.
se confunden se abren se deshacen.
boca de pez
mil ojos
cinco pieles
ocho lenguas.
mis manos tienen memoria propia.
hoy
mueren dormidas
sobre mi vientre.
estoy…
estoy…
atrapando tu mirada
en un marco helado.
robándote una tibieza
para evocar en el futuro.
encerrando tu tacto en mi sonrisa.
capturando tu boca con mi nombre.
estoy domando mi ansiedad:
preparándome para la nada que se viene.
estoy…
atrapando tu mirada
en un marco helado.
robándote una tibieza
para evocar en el futuro.
encerrando tu tacto en mi sonrisa.
capturando tu boca con mi nombre.
estoy domando mi ansiedad:
preparándome para la nada que se viene.
una brisa suave
se cuela debajo de mi pollera
donde nació el mar
en el que naufragué
y hoy me lleva
de regreso a mí
llegamos de la lluvia nocturna. estoy ardiendo. goteando. me tambaleo en la penumbra del salón mullido. a través de la ventana de vidrio repartido se ve la tormenta sobre el verde. rayo. trueno. o al revés. tu cara se ilumina un instante. me besás la frente otra vez en penumbras. me agarro de tu brazo para no caerme. está húmedo, frío. me llevás por el pasillo y me arrastrás escaleras arriba brusco, lento. tengo que ir al baño. todo da vueltas. los grises se mezclan. mis pies se separan de suelo. tu cuello helado estremece mi cuello ardido. me levantás la pollera y me sentás en el inodoro. no puedo sostenerme. me apoyo en tu hombro. me abrís las piernas y meo y meo muy caliente y es un alivio. tu mano fría se acerca y te meo y me tocás suave como una lengua y me deshago en un fluído febril entre tus dedos mientras te escucho sonreir.
el espejo me devuelve tu rostro
quizá mañana consiga olvidarlo
una noche de vigilia puede
hacerme volver de nuevo a mí.
tengo mucho miedo
es de noche y llueve
un relámpago llenó la habitación hace un minuto.
¿podrías comprender?
estoy espero una señal tuya.
entiendo más de lo que creés.
vas a seguir ahí y si es así
prefiero el silencio.
un espacio vacío
donde en la estación siguiente
va arder la madera
que todavía está húmeda.
entre las sábanas todavía tibias
descansa mi cuerpo
mientras yo te espero junto a la ventana.
Una noche llegué por fin a mi cama y me ardían los codos y me ardía adentro. Unas sábanas de papel de lija sobre las cuales me había revolcado varias horas habían dejado huella en mi piel. El placer había desaparecido y sólo quedaba el dolor. Un día descubrí que también había manos de lija y el ardor se transformó asco.
(la piel rasgada cicatriza con lágrimas... propias... ajenas)
si me sobrevuelan libélulas llueve
si miro en tus ojos y no estás, es que te fuiste
jugar
si al llegar al mar nadie nos espera, te beso
si a la cuenta de diez me abrazás, me querés
no se puede jugar.
somos mortales
el tiempo es algo que sufrimos.
entre abrazo y abrazo soy una persona miserable
entre abrazo y abrazo estoy perdida.
"el maestro" dice que la nada es peligrosa
yo digo que lo peligroso es el amor.
te desprendes oscuro
de la arena nocturna
el mar silba una melodía conocida
y busco con mi mano la tuya.
no acabo de despertar
creo que todo fue un sueño:
luz de un amanecer de postal
desayuno en la cama revuelta.
te bebería todo si pudiera
te tomaría como a un puerto
te saciaría hasta el hartazgo
lamería hasta tus más oscuros intersticios.
te desprendes luminoso
del alba que ha venido
la lluvia recorre los vidrios empañados
y busco con mi boca la tuya.
estás despierto.
Yo decidí salir
dejar ese lugar
diluir los espectros del vacío.
Yo decidí abrir
supurar el miedo
exhalar toda la miseria y toda la pureza.
Yo decidí nacer
remontar el origen
dibujar mi paso y el camino.
Yo decidí querer
echar raíces
y recibir el murmullo del mar
desde tu aliento.
no elijo cualquier abrazo,
camino entre piedras y musgo
y se confunde la imagen que busco
en las corrientes de las cuales bebo.
no elijo cualquier abrazo,
observo la belleza y me la guardo
y creo ver un dios por un instante
en la mirada ciega a la que cedo.
no elijo cualquier abrazo,
me recuesto en la sed y te susurro
sonrío de ansiedad y de deseo
me ovillo en la pendiente y te invento.
amanecer sin orillas
amanecer sin párpados
con la memoria desplegada sobre la piel.
entre el deseo y el placer
la mezcla perfecta de nuestras viscocidades.
una ansiedad corrosiva
una distancia prudente.
pasión dual:
fuerza hacia el goce incontenible
esencia fuertemente contenida.
en tus ojos
dioses
parecidos
a nosotros.
en mis ojos
cristales
esmerilados
de paciencia.
espejos destruidos bajo el fuego.
espectros reflejando el abismo.
fantasmas.
cristales helados colgando del tiempo.
ojos en fuga constante.
fiebre.
estoy subida al espejo,
las flores se secan en el balcón ventana.
el que duerme a mi lado
tiene un rostro extraño.
debería haberte pedido que te quedes,
tenía miedo que no quisieras dormir conmigo.
¿todavía estás ahí?
¿no te importa subir los tres pisos por escalera esta tarde?
hojas secas sobre el libro abierto
páginas en blanco
mensajes diluidos sobre la piel.
la nostalgia es el camino que tomamos.
(nostalgia de beber sólo de vos)
mar mío de ojos incendiados
hombre lunar
lunático
de espuma es tu pecho alado
de viento tu sexo prensil.
mar mío de piel salitre
envuélveme en tus olas
agita mi exhalación
déjame llegar a la orilla.
va a venir una ola
una ola inmensa
alta
llena de espuma.
va a borrar las palabras
que escribiste en mi espalda.
va a cerrar mis poros
con granos de sal.
va a venir una ola
hasta mi orilla
va a suavizar
tu nombre y la memoria.
va a humedecer
los restos del fuego
que dio calor a mis manos.
va a venir una ola
colosal
y va a morir ahogado
el jazmín que floreció en mi ombligo.
sobre tu pecho mágico
me pierdo
herida
liviana
una pluma azul tornasol.
susurras en mi oído
duermes sobre mi cuello húmedo
te agitas
suspiras.
te imito en extravío
te llevo a mi boca
y en mi espalda nace un ala.
corre dormida
desde mi cuello hasta la cintura,
acariciando mi espalda sin querer
tu respiración.
camino sobre tu cuello
bebo de tus ojos
quiero llegar al final de la corriente
donde el río vierte sus infinitos brazos sobre el mar.
recorro una a una tus estrellas saladas
te veo convertido en un lobo pequeño
niño pequeño, pequeño ángel dormido.
llego a tu hermosura susurrada,
no sé si lo comprendes,
me abro como una flor recién nacida.
la lluvia.
la lluvia
otra vez.
otra vez
como parte de la jugada.
como fin
o
como principio.
en un jardín,
una mujer azul
sin cabeza
se monta a un hombre,
casi un cerdo,
con cara de diablo o de muerto,
rojo como una braza.
fuego
fuego en la arena
fuego en el agua furiosa
lenguas de fuego en el cielo.
la lluvia,
después.
dos pieles tibias
entre vapores azules y verdes.
quién late
quién recorre con la lengua virgen de peces tus cicatrices
quién toma tu sexo y lo derriter y lo respira
quién se conmueve ante tu hermosura.
pienso en mí como un “ella”.
sobre los restos del fuego en la arena
cambio de piel como el lagarto.
desarmada y desparramada
un puzzle de mujer desnuda.
dormida,
deseando ser despertada
(por la propia creación de su sueño).
con los pies en ninguna parte,
un fantasma.
esperando…
una piel donde morir.
(a veces yo también me canso. a veces yo también olvido. a veces yo también creo… una vez me quedé sin voz)
estoy velando tu vigilia
estoy imaginándote morir
morir mil muertes pequeñas
estoy oliéndote sobre mí
otra vez.
deseo ser nada
mil veces momentánea,
perecedera.
humo dulce
antes y después de una muerte dulce.
leve
otra vez.
(pero mi mano no puede recorrer mi propia espalda)
la tierra espera temblar.
él duerme en un colchón de espuma,
lo despierto con un soplido.
resignación de opio.
el cielo es un espejo de agua,
me veo caminar de cabeza.
cae de mi mano sobre su cuello el último brillo del lago.
hace frío.
tengo miedo.
esperamos,
él y yo,
elegimos un suspiro largo para que sea lo último.
dulce
cálido
blando
húmedo
apetecible
el sexo de una mujer
a la espera de mejores tiempos...